diumenge, de setembre 24, 2006

Waiting


Así empezaba el concierto de George Michael, tal vez porque gente como yo, que le sigue desde hace mucho tiempo (desde adolescente) hemos esperado 15 años para volver a verle en los escenarios. La última visita a Barcelona creo que fue en 1990 o puede que antes, quien sabe, yo ya no lo recuerdo. Sólo sé que fue un concierto donde fui con dos amigas, con las cuales competía para ver quien le gritaba más. Tengo esa entrada guardada como si fuera oro, no fue mi primer concierto, pero sí con el que por primera vez volé.

Ayer, siendo ya adulta, pensaba que no iba a gritar pero aunque él ya esté madurito y sepa que es gay (en aquel entonces, se pensaba, se intuía pero nada más), no pude evitarle llamarle de guapo para arriba, tanto yo como muchas y muchos (aquí sonrío), de mi misma edad, comportándonos como si tuviéramos 15 años menos. La verdad es que fue una noche de aquellas mágicas.


Muchas gracias George, siempre has logrado emocionarme con tus canciones, incluso me encantó estar 20 minutos esperándote de nuevo, en el intermedio mientras te cambiabas, viendo los vídeos de John Lennon o Elvis. Contigo a una no le hace falta acudir a ninguna clínica para sentirse joven (tengo 36 años, tampoco es que sea anciana). Me hiciste olvidar muchas cosas, me sentí yo misma.


No sé qué dirán cuando vean que en tu espectáculo, sale un muñeco (un perro oliendo la bragueta de Bush) en la canción "Shoot the dog", pero no es la primera vez que generas polémica, una polémica con la que estoy de acuerdo contigo. Te aplaudimos a rabiar, no porque seamos anti-USA, sino porque somos anti-Bush.


Muchas gracias por componer canciones tan deliciosas que hasta sentí en la boca el dulce sabor de la miel.


Hasta pronto, no sé si te veré de nuevo pero me siento afortunada por haber nacido en una época en la cual puedo disfrutar de tu voz.